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El secreto mejor guardado

El secreto mejor guardado


Todos nosotros tenemos una serie de cualidades que nos hacen únicos, especiales y que dan sentido a nuestras vidas. Entre estas cualidades se encuentran nuestras virtudes, fortalezas y talentos naturales.

Sin embargo, son precisamente estas, “nuestras virtudes” las que con demasiada frecuencia, en algunos casos siempre, mantenemos en secreto ante los demás e incluso ante nosotros mismos.

El problema de este comportamiento es que cuando miramos únicamente en la dirección en la que no somos buenos, vivimos con un sentimiento de mediocridad continuo, de no ser lo suficientemente buenos y lo que es aún peor, dejamos de contribuir con nuestras fortalezas a aquello que hacemos, lo que tiene como consecuencia que el mundo entero se las pierde.

Todos no hemos nacido para lo mismo, o lo que es lo mismo, cada uno de nosotros ha nacido con una serie de virtudes y fortalezas PARA CONTRIBUIR CON ELLAS, no para dejarlas a un lado, menospreciarlas y dedicar nuestra energía a trabajar y mejorar en aquellas que no se nos dan bien.

Y yo me pregunto, si nuestras virtudes y talentos, son también parte de quien somos, al igual que nuestros defectos y debilidades, por que las mantenemos en secreto?, por qué dedicamos mucho de nuestro tiempo y conversaciones, con nosotros mismo y con los demás, a hablar de las cosas que NO se nos dan bien y en las que NO somos buenos?

A continuación exploraremos algunas de las razones por las que mantenemos la nuestra parte de nosotros mismos en secreto, y lo más importante, qué hacer al respecto.

 

  • Razón 1: Creencias culturales.

Como por ejemplo, “Si hablo de mis fortalezas, de lo que se me da bien van a pensar que soy un arrogante, o un creído”, “hay que ser humilde en esta vida”.

La consecuencia de creer que estos pensamientos son verdad es, que no aceptamos nuestras propias fortalezas porque pensamos que vamos a ser rechazos por ellas, o por que simplemente no está bien hacerlo.

Qué hacer al respecto:

Cambiar la creencia. En el caso de esta creencia en particular tendremos que encontrar una forma de definir la arrogancia y humildad de forma que nos permita reconocer nuestras fortalezas sin ser rechazados por ello.

Por ejemplo, si creyéramos que ser humilde no es equivalente a decir que todo te sale mal, y que una persona humilde es aquella que contribuye y comparte sus fortalezas sin sentirse mejor que el resto de personas a su alrededor, entonces muy probablemente nos sintiésemos mejor a la hora de hablar sobre nuestras habilidades y fortalezas. Por que la intención es compartirlas y contribuir con ellas, en vez de presumir de ellas!!

 

  • Razón 2: Desconocimiento de estas cualidades.

Te han preguntado alguna vez, “cual son tus fortalezas o, de qué estas más orgulloso de tí mismo?”, y no has sabido que contestar?

Muchos de nosotros hemos pasado tanto tiempo esforzándonos en mejorar en aquello en lo que no somos buenos que se nos ha olvidado aquello en lo que sí lo somos! O por lo menos, cuando nos lo preguntan, tenemos que hacer un esfuerzo grandísimo para conseguir contestar con un par de cualidades.

Qué hacer al respecto:

Trabajar en el conocimiento de uno mismo. La introspección es esencial a la hora de conocer nuestras virtudes, fortalezas y talentos naturales. Toda la información que necesitamos para esclarecer estas cualidades está en nuestra vida.

Repasa tu vida buscando aquellas situaciones en las que sientes que lo que estás haciendo fluye con naturalidad, te sientes cómodo y disfrutas haciéndolo. Después examina cada una de esas situaciones para ver, más específicamente, que es lo que estás haciendo en ellas. Con toda seguridad, aquello que estés haciendo será una expresión de tus fortalezas o talentos naturales.

 

  • Razón 3: Infravaloración personal.

Lo que se nos da bien de forma natural tendemos a menospreciarlo. Te suenan estás frases familiares?: “Va! si lo puedo hacer yo, lo puede hacer cualquiera” “Ya lo hago yo, si es una tontería, es muy fácil”.

Que a ti te resulte fácil no quiere decir que sea una tontería, o que sea fácil!! Lo que quiere decir es que tu tienes una habilidad natural para ello.

Que hacer al respecto:

No te compares!! Una cualidad no es mejor que otra. Hay gente que ha nacido para estar de pie delante de un grupo y comunicar a cientos de personas y otras que lo han hecho para crear conexiones auténticas en grupos reducidos.

Valorar tus fortalezas es parte fundamental de respetar quien eres!

 

  • Razón 4: La responsabilidad

Cuando aceptamos que algo se nos da bien, entonces nos enfrentamos a la responsabilidad de contribuir con ello. Ahora bien, “y si resulta que no soy tan buena en ello?”, “ y si sale mal?”, “ Y si no quiero hacerlo?”, el miedo a fallar, o el sentirse obligado puede hacer que nos neguemos a nosotros mismos, y a los demás, algunas de nuestras habilidades.

Que hacer al respecto:

Ante los miedos avanza con decisión, antes de que te des cuenta ya los habrás dejado atrás… y puede que otros nuevos hayan aparecido, sigue avanzando de todas formas. Y recuerda que tú eres libre de contribuir con aquello que decidas, en cada momento. Ejercita tu derecho a elegir y respeta tus decisiones.

 

Conclusión:

Conocer, respetar y contribuir con tus virtudes, fortalezas y talentos naturales, es tu responsabilidad y el mundo a tu alrededor lo necesita.

 

“Todo el mundo es un genio. Pero, si juzgas a un pez por su habilidad para trepar un árbol, este vivirá todo su vida creyendo que es un estúpido”

– Albert Einstein

 

Dinos, cuál son tus virtudes, fortalezas o talentos naturales?

Deja tus comentarios en nuestro blog y contribuye con lo mejor de ti mismo!

Muchas gracias!