fbpx

¿A qué esperas?

¿A qué esperas?

 

 

Muchos de nosotros encontramos todo tipo de razones o excusas para retrasar el momento de lanzarnos a realizar aquello que nos encantaría hacer o experimentar, aquello que sabemos que tenemos que hacer y que nos aterra, o aquello que estamos convencidos de que nos proporcionaría bienestar y/o placer.

De esta forma, esperamos a que el jefe tenga un buen día, a que los hijos sean mayores, a tener un título más, a perfeccionar el inglés, a adelgazar unos kilos, a tener ahorrado algo de dinero, a acabar de pagar el crédito del coche o la hipoteca, a que llegue la primavera, a que llegue el verano… y así, mientras esperamos el momento perfecto, las circunstancias perfectas, la vida se nos va día a día, momento a momento.

Con frecuencia, detrás estas excusas encontramos que hay creencias limitadoras o miedos que nos impiden actuar. Entre esas creencias y/o miedos encontramos las siguientes:

Creencias:

  • “Una persona adulta tiene que ser responsable”

Y por ser responsables entendemos no arriesgarse, o correr riesgos controlables y medidos, seguir las normas, ajustar tu comportamiento a lo que se considera “normal” por la sociedad en la que vives, etc. A su vez, si no eres responsable, los calificativos que se te adjudican son del tipo: es un viva la vida, un egoísta, un desapegado, un inmaduro, un intrépido. Todos calificativos con una connotación negativa, y que para evitar que nos los adjudiquen lo que hacemos es evitar a toda costa hacer aquellas cosas que nos gustaría hacer pero que pensamos que “no son de adultos responsables”.

Imaginemos que ser responsable significara: que somos libres para hacer lo que queramos, ahora bien, responsabilizándonos del resultado o consecuencias de nuestros actos. Esta forma de verlo nos da mucha más libertad a la hora de actuar y de ser nosotros mismos, y a la vez nos hace verdaderamente responsables de nuestros actos. Ya que, hagamos lo que hagamos, nosotros nos hacemos responsables del resultado o de las consecuencias de nuestras actuaciones.

  • “Pensar en uno mismo es de egoístas”

Esta creencia nos lleva a poner las necesidades de otros por delante de las nuestras y nos quedamos siempre los últimos de la cola. La consecuencia es que nos quedamos insatisfechos, incompletos y en muchas ocasiones esto despierta sentimientos de rabia y resentimiento, los cuales no está bien visto que expresemos, por lo que nos los tragamos y los acumulamos hasta que salen de forma descontrolada, y normalmente en el momento más inoportuno.

Si tú no tienes tus necesidades cubiertas es muy difícil que puedas ayudar a otros a cubrir las suyas. Y es que, sólo cuando nosotros tenemos puesta la máscara de oxigeno podemos ayudar a otros a ponerse la suya!!

La persona egoísta lo quiere todo, tanto si lo necesita como si no. Darse a uno mismo lo que necesita, no sólo no es ser egoísta, sino que es clave para conseguir nuestro bienestar, y de lo que se tiene que responsabilizar uno mismo.

En ambos casos, dependiendo de cuál sea nuestra creencia, nos vemos limitados para ser quienes queremos ser, o nos damos el permiso de ser quien somos.

 

Miedos:

  • “¿Y si lo pierdo todo?”, “ ¿Y si fracaso?”, “¿Y si me dicen que no?”, “ ¿Y si luego no me gusta?”, “ ¿Y si hago el ridículo?”

El miedo a fracasar, a que piensen mal de nosotros, a perder la seguridad que creemos que tenemos,…, nos hace dudar a la hora de actuar. Y con el fin de vencer estos miedos lo que hacemos es intentar controlar las circunstancias y el futuro. Nos convencemos de que cuando las circunstancias sean como queremos el resultado va a ser el deseado, y así nos pasamos días enteros esperando a que todos los astros se alineen a nuestro favor, con la “mala suerte” de que nunca llegan a estar perfectamente alineados como los queremos.

En estos casos lo ideal es que nos responsabilicemos nosotros de crear las circunstancias deseadas, o de actuar aunque no sean las circunstancias ideales. Y para ello es de mucha ayuda el tener claro qué es lo que queremos conseguir, y cómo nos sentiríamos una vez alcanzado nuestro destino. De ahí sacaremos la fuerza con la que enfrentarnos a nuestros miedos.

Los miedos son como obstáculos imaginarios entre donde estamos y lo que queremos conseguir, y es cuestión de acercarse a ellos para ver que no son reales.

¿Qué podemos hacer cuando nos pillamos obedeciendo a alguna de estas excusas?

  • Lo más importante, ser honesto con uno mismo. Así podrás llegar a lo que hay detrás de la excusa: bien sea un miedo o una creencia, y por lo tanto enfrentarte a él o hacer algo al respecto.
  • Encontrar una actitud que te apoye a la hora de avanzar hacia lo que deseas y/o lo desconocido.
  • Reforzar la confianza en uno mismo actuando, probando, experimentando, aprendiendo de uno mismo.
  • Cambiar aquellas creencias que nos limitan por otras que nos apoyen.
  • Escucharse a uno mismo y dar prioridad a lo que necesitamos nosotros para estar bien.

 

Y ahora, ¿a qué esperas?

 

Ejercicio:

Encuentra una situación, conversación, actividad, etc, que llevas posponiendo bastante tiempo. Reflexiona sobre qué es lo que idealmente te gustaría que ocurriera y cómo te sentirás una vez que ocurra lo que quieres. Con la atención en el lugar hacia el que te diriges, cuál es el primer paso que te acerca a él?

 

Una vez que te decidas, cuentanos aquí en el blog tu experiencia para que nos inspiremos todos!

 



El Responsable del Tratamiento de tus datos es Mónica García con la finalidad de poder participar en un grupo de WhatsApp para informarte sobre el lanzamiento de nuevos cursos de El Factor Humano Burgos, sobre la base jurídica del consentimiento.WhatsApp, INC y el resto de los usuarios del grupo tendrán acceso a tus datos de usuario (número de teléfono, estado, fotografía de perfil) y tus conversaciones en el grupo.La utilización de la aplicación de WhatsApp implica que tus datos de usuario (número de teléfono, estado, fotografía de perfil, conversaciones) serán remitidos a los servidores de WhatsApp, Inc., que se encuentran ubicados en EE.UU. y que por tanto serán transferidos a ese país, produciéndose una transferencia internacional de datos, que el usuario autoriza de forma expresa e inequívoca.WhatsApp forma parte del grupo Facebook, que participa y ha certificado su cumplimiento con el marco del acuerdo entre EE.UU. y la Unión Europea denominado Privacy Shield, habiéndose comprometido a someter toda la información personal recibida de países miembros de la Unión Europea a los principios derivados del Privacy Shield.Tienes derecho de acceso, rectificación, cancelación, oposición, supresión, limitación y portabilidad de tus datos que puedes ejercer remitiendo una comunicación a info@elpoderhumanoburgos.com.