La asignatura pendiente: Auto-Conocimiento
La mayoría de nosotros podemos hablar, en mayor o menor medida, sobre historia, geografía, matemáticas, música, deportes,…, pero cuando nos preguntan cosas como, cuál es nuestro sueño, nuestras fortalezas, hobbies, nos quedamos en blanco y tenemos que hacer un esfuerzo extraordinario para poder contestarlas, si es que las contestamos.
¿Y qué significa esto?, pues que la mayoría de nosotros sacaría un cinco raspado, o suspendería, en la asignatura de AUTO-CONOCIMIENTO.
Crecemos escuchando lo que otra gente piensa sobre nosotros, en lo que somos buenos, en lo que somos malos, nuestro carácter, preferencias, si somos fuertes, o muy sensibles… y no se nos ocurre dudar de lo que dicen. De esta manera dejamos que otros hagan el trabajo que sólo nosotros podemos hacer. Y así, en vez de aprender a mirar hacia dentro y encontrar las respuestas por nosotros mismos, nos volvemos dependientes de las opiniones y valores de los demás, de la sociedad,…
Y de esta manera:
- Queremos tomar decisiones, pero sin pararnos primero a pensar lo que es importante para nosotros: nuestros valores, sueños,…
- Queremos encontrar nuestro camino, y sin embargo nos negamos a clarificar y reconocer nuestras virtudes o talentos naturales, que en si mismas forman la mejor contribución que cada uno de nosotros puede hacer en el mundo a su alrededor.
- Queremos sentirnos fuertes, no tener miedo, y sin embargo hacemos muy poco, o nada, por aumentar la confianza en nuestras habilidades y nuestro potencial.
En definitiva, queremos una vida mejor, donde nos sintamos bien con nosotros mismos, pero no nos comprometemos, o responsabilizarnos, de hacer el trabajo de auto-conocimiento necesario para conseguirlo. Es como querer aprender a dividir sin saber sumar, restar y multiplicar primero.
¿Y por qué somos tantos con esta asignatura pendiente?
Estas son algunas de las razones por las que hoy por hoy no somos muy buenos en la asignatura de Auto-Conocimiento:
- La sociedad actual no le da importancia al conocimiento de uno mismo y de ahí que no entre en ningún plan de educación.
- Existe un desconocimiento grande de los beneficios que esta asignatura puede aportar a cada individuo.
- Creemos que Sí que nos conocemos: llevamos tanto tiempo escuchando las voces en nuestra cabeza que nos dicen cómo somos que las hemos llegado a creer como verdaderas.
- Creemos que es tarde para aprender, y sobre todo para cambiar!!
- El miedo a suspenderla: “¿y si no encuentro nada?”
- El miedo a lo que podamos ver dentro de nosotros mismos, porque asumimos que lo que vamos a ver es algo malo, algo que no nos va a gustar y que no vamos a ser capaz de lidiar con ello. De ahí que elijamos la ignorancia y nos quedemos atascados en una vida de indecisión y sin sentido.
El conocimiento de uno mismo es fundamental:
- A la hora de crear una buena relación con uno mismo, donde respetemos, valoremos y confiemos en quien somos.
- Para acabar con las guerras internas que minan nuestra energía en el día a día.
- Para conseguir aceptar quién somos y cómo somos.
- Y para hacernos con las riendas de nuestra vida y conducirla en la dirección que queramos.
Cuando unimos el desconocimiento de uno mismo al de los demás, nos encontramos con una sociedad que no se conoce, que no sabe en que dirección se quiere dirigir, y lo que es aún peor, no cree en sus posibilidades de poder manejar las riendas de su destino. Y así, en momentos de cambio como el actual, dejamos que otros nos digan que hacer, poniendo nuestro futuro en manos de la visión de otras personas.
Por ello, es responsabilidad de cada uno el elegir estudiar y aprobar esta asignatura. Por nosotros mismos y por el resto de la sociedad!!
¿A qué esperas?, ¿hasta cuándo vas a tener esta asignatura pendiente?
El temario básico de la asignatura de Auto-conocimiento:
- Miedos, creencias limitadoras
- Virtudes, talentos naturales
- Fortalezas y debilidades
- Valores y propósito
- Las emociones y su gestión
Aquí te dejo con un ejercicio para que clarifiques algunos de tus valores, fortalezas y virtudes:
Cierra los ojos, respira hondo 3 o 4 veces, e imagina que es el día de tu 80 cumpleaños y se celebra una fiesta en tu honor.
– Mira a tu alrededor, ¿quién hay?, ¿Qué tipo de celebración es? ¿Hay música, comida, bebida….? ¿Qué ambiente hay?
– Llega el momento de los brindis: ¿Qué te dicen las personas que están en esta celebración? ¿Qué te agradecen? ¿Qué recuerdan de ti? ¿Qué es lo que más les gusta de ti? ¿Qué admiran de ti?
– Escucha lo que te dicen. Abre los ojos y escríbelo en un cuaderno. No juzgues lo que escuches, sólo presta atención.
Y si así lo deseas, comparte con nosotros tus hallazgos sobre ti mismo aquí en nuestro blog. Gracias por responsabilizarte!!
“Lo realmente duro, y al mismo tiempo alucinante, es abandonar la idea de ser perfecto y trabajar en ser uno mismo”
– Anna Quindlen