Al borde
Al Borde
Un abuelo le dice a su nieto:
“Dentro de mi hay dos lobos, uno bueno y otro malo, que se están peleando. ¿Quién crees que ganara?“
“No se” dice el nieto.
“Ganará aquel al que yo dé de comer” responde el abuelo.
Cuando el miedo y el coraje están enfrentados, ¿a quién damos de comer?
Tendemos a creer que aquellas personas en las que vemos coraje, o valentía, no tienen miedo. Sin embargo, el miedo y el coraje co-existen en el interior de cada uno de nosotros. Y la diferencia únicamente está en a cuál de los dos alimentamos.
El miedo nos avisa y prepara ante una posible amenaza y, ciertamente, aparece siempre que nos asomamos al borde, bien sea de un acantilado o de lo conocido y lo cotidiano, y también cuando salimos a explorar y a vivir nuevas experiencias.
De esta forma el miedo se convierte en compañero de camino siempre que decidimos dar un paso al abismo, y el coraje que reside en nuestro interior en el bastón donde apoyarnos para dar el paso.
La semana pasada un grupo de 9 personas nos retiramos al corazón del desierto de Nuevo México con un deseo común: crear un mapa que nos guíe y apoye en nuestro viaje al abismo.
La experiencia ha sido mágica, como suele ocurrir siempre que nos abrimos a escuchar el misterio de nuestro interior y de la vida.
Y una de nuestras compañeras en esta experiencia ha sido la espiral.
Cuando caminamos hacia el centro, estamos haciendo un camino hacia dentro: el origen, lo que es, la esencia, el ser, la energía femenina.
Y cuando caminamos hacia el borde, entonces el camino es hacia fuera: lo que se quiere manifestar, la acción, la energía masculina.
Podemos imaginar que el camino de la vida es como una espiral que comienza en el centro al nacer, y va girando y expandiéndose a medida que vamos dando más y más pasos.
Cada paso que damos al borde de la espiral de la vida dibuja un tramo más del camino que vamos recorriendo, y nos muestra el pasado de la vida presente, el momento en el que estamos, y a la vez, en el borde, nos invita a crear el futuro.
Con el fin de crear cada uno nuestro mapa nos hemos guiado…
… por el pasado
Mirar de dónde venimos, incluso volver a andar los pasos ya dados, nos da información muy valiosa sobre nuestros patrones, ciclos, lo que nos funciona y nos sirve y lo que no. Este aprendizaje es fundamental para crear un mapa que nos indique la dirección del futuro y además escuchar qué es aquello que se quiere manifestar en el viaje de nuestra vida.
… por el corazón
Escuchar algo más que nuestra mente-lógica, que los porqués y lo que debemos o tenemos que hacer. Hay otra mente, otra inteligencia dentro de cada uno de nosotros, la mente del corazón. Ésta tiene respuestas que nuestra mente lógica no tiene. Escuchar por lo tanto lo que nos quiere decir nuestro corazón es parte clave para que el mapa contenga nuestra esencia y autenticidad.
… y por los sueños
Soñar no siempre tiene buena prensa: “Soñar no es realista”, “El que sueña está en las nubes”. Bueno, pues para saber hacia dónde queremos dirigirnos no nos queda de otra que imaginarlo primero, o lo que es lo mismo, que soñarlo primero.
“La mejor forma de predecir el futuro es inventarlo”
Alan Key
Y así, mirando al pasado, escuchando a nuestro corazón y soñando el futuro, llegamos Al Borde de la espiral en el que la vida nos invita a elegir dar el paso y avanzar alimentando el coraje y la valentía para seguir a nuestro corazón, manifestar nuestros sueños y elegir vivir siempre en el borde.
Para vivir al borde de la espiral recuerda:
- Los sueños nos dan una dirección de hacía donde queremos avanzar.
- Lo desconocido despierta al miedo.
- No es el miedo, sino la relación que tenemos con él lo que nos frena.
- Sólo es necesario nuestro coraje y valentía en presencia del miedo, es decir, los valientes también tienen miedo.
- Cuando elegimos no avanzar por miedo, le estamos alimentando a él y a la creencia de que no somos valientes.
- De la misma forma, cuando decidimos avanzar, incluso en presencia del miedo, estamos eligiendo alimentar la valentía y el coraje.
- El miedo ante las amenazas reales nos ha mantenido y nos mantiene vivos.
- Ahora bien, hay otro tipo de miedos que provienen de amenazas que NO son reales.
- Alimentar al miedo nos inhabilita cuando nos queremos dirigir hacia nuestros sueños o a experimentar algo nuevo.
- El miedo nos mantiene en la zona de confort donde nos sentimos seguros y libres del fracaso, pero también del aprendizaje y de nuestra propia evolución.
Añadir mi gratitud a las maestras que nos han acompañado en este viaje y a mis compañeros de experiencia. Juntos hemos creado la magia.