Acaba el dia con energía (II)
Cómo acabar el dia con energía. (Parte II)
Hablando sobre el artículo de la semana pasada (como acabar el dia con energía) con Fidel Delgado y de lo importante que es pre-pararse para comenzar el día, surgió en la conversación la, también importante, tarea de pre-pararse para finalizar el día.
Y es que si lo primero que hacemos por la mañana nos prepara física, emocional y mentalmente para el resto del día, y define cómo va a ser el resto del día, aquello que hacemos justo antes de acabar el día definirá en gran medida la cantidad y calidad de nuestro descanso.
Así que esta semana pondremos el foco en cómo prepararnos para la última parte de día y el efecto que esto puede tener.
Aunque muchos de nosotros dedicamos una tercera parte del día a dormir y descansar, no siempre le damos la importancia que se merece a esta parte del ciclo diario y lo vemos como algo más que tenemos que hacer.
Sin embargo, durante esta etapa del día, si bien apagamos muchos sistemas a nivel físico y mental, hay otros que empiezan a trabajar con el fin de reparar, reconstruir, recargar y reinicializar. Es decir, que durante este tiempo de “inactividad externa”, internamente se está produciendo una labor de mantenimiento esencial para nuestro buen funcionamiento y equilibrio físico, emocional y mental.
Vamos, que aunque parezca que no estamos haciendo mucho, dormir y descansar es una parte vital del ciclo diario. Nuestro ser lo sabe muy bien y de ahí que, si no le apagamos voluntariamente, se apague él de una forma u otra.
Entonces, ¿qué podemos hacer para prepararnos para el descanso de la noche?
Aquí van algunas sugerencias:
- Dedica algo de tiempo al final del día a conectar con una actividad que te guste o que te calme con el fin de bajar el nivel de estrés necesario durante el día.
Imaginad que tenemos que limpiar un tanque por dentro. Lo primero que haríamos es vaciarlo para que fuera más fácil. Bueno pues las actividades que nos hacen disfrutar y nos gustan, además de las que nos relajan, hacen el efecto de vaciar el tanque de las sustancias que pueden impedir la limpieza.
Además, si al menos una vez al día hacemos algo que nos gusta, por muy insignificante que parezca (ej: leer durante 15 minutos), estaremos llenando nuestros días, y por lo tanto nuestras vidas, de pequeños disfrutes por los que merece la pena seguir.
- Evita:
- conversaciones, programas de televisión o cualquier otra cosa que te ponga nervioso, te altere o te active.
- Leer emails de trabajo o mensajes que puedan activar tu mente o que requieran tu atención. Aunque lo dejes para mañana te irás a dormir ya con ello en la mente y lo que pretendemos al prepararnos para ir a dormir es vaciar el tanque lo máximo posible!!
- Cerrar el día y completarlo.
Completar el día no significa acabar de hacer todo lo que tenemos en la lista de quehaceres o en nuestra mente, sino conscientemente cerrar el día, ya que emocionalmente, todo aquello que dejamos abierto y sin completar, requiere energía para mantenerlo abierto y previene que vaciemos el tanque.
Ejemplos: una conversación que ha ocurrido durante el día y que seguimos repasando en nuestra mente con opciones de lo que podríamos haber dicho diferente, una situación en la que tengo que tomar una decisión y no la tomo, recordar todo lo que no me ha dado tiempo a hacer…
Por lo tanto, con el fin de cerrar el día y completarlo podemos:
1) Hacer una lista física o mental de todo aquello que ocupa nuestra mente y emociones y que sintamos que está abierto y elegir conscientemente soltarlo y cerrarlo por hoy.
2) Hacer una lista física o mental de todas las actividades y tareas realizadas y que sí que hemos terminado.
3) Reconocernos a nosotros mismos por el trabajo realizado.
4) Apreciar al menos 3 cosas del día.
De esta manera dejamos atrás lo que ya no podemos hacer y aligeramos peso y nos llenamos de una sensación de productividad, de sentido y de haber vivido un día que ha merecido la pena.
Y es que nuestro día ¡¡será exactamente como queramos verlo!!