Incluso cuando nada va como tú quieres…
Sigues teniendo el poder de sentirte centrado y al mando

Bloqueo, atasco, resistencia…. Puedes llamarlo de muchas maneras.

Llevas un tiempo sintiendo que no avanzas en tu vida y por más vueltas que das, no consigues encontrar un camino en medio de la confusión.

Cada vez recibes más señales de que es momento de iniciar un cambio. A veces hasta te cuesta reconocerte.

• Tienes la impresión de que tu vida no va ni para adelante ni para atrás. Sientes que te mueves a merced de las circunstancias y que no puedes elegir hacia dónde vas.
• Te está llevando más de lo que pensabas adaptarte a algunos cambios en tu situación familiar, profesional o personal. Crees que ya deberías tener ciertos temas resueltos y sin embargo te cuesta quitártelos de la cabeza.
• Tus relaciones personales o laborales han empeorado por falta de comunicación, conflictos o malos entendidos. Se te hace difícil entenderte con ciertas personas o has perdido la armonía con algunos de tus seres queridos.
• No te da la vida para todas las cosas que quieres hacer y tu nivel de estrés está por las nubes. El tiempo se te escapa por más que te esfuerzas en aprovecharlo y está empezando a afectar a tu humor o a cómo tratas a tus más allegados.
• Los días malos, los “bajones” y los cambios repentinos de humor han dejado de ser algo ocasional. Es como si tuvieras un resorte que salta a la mínima sin que tú puedas controlarlo. Tienes la sensación de que has perdido la alegría y de que antes no eras así.
• Has perdido la ilusión por tu carrera profesional. Tu trabajo ya no te aporta lo mismo que antes o no sabes hacia dónde conducir tu carrera.

Aunque a veces te cueste explicarlo, no puedes quitarte la sensación de que algo no funciona y de que te conformas con menos cuando puedes ir a por más.

Algo se te escapa y no puedes dejar de pensar, ¿por qué todo es tan difícil a veces?

Pues ya que me preguntas, te contestaré cuáles son algunas de las causas de ese run-run que tienes en la cabeza.

Y no nos vamos a engañar, la zona de confort tiene ese nombre por algo. Es normal que un cambio inesperado ponga tu vida patas arriba o que evites tomar ciertas decisiones por miedo a las consecuencias.

En los momentos de bloqueo, la mayor parte de personas opta por una de estas dos opciones:

1. Resignarse y aguantar como sea, muchas veces a costa de su bienestar físico y emocional. Estar siempre triste, levantarse de mal humor o soportar dolores y molestias que no se curan con ninguna pastilla. Total, ¿la vida no es sacrificio?
2. Esperar que las circunstancias externas cambien o que alguien decida por mí, aunque eso suponga esperar toda una vida (¡o casi!).

Pero si estás leyendo esto, es porque ya te has dado cuenta de que ninguno de estos dos caminos te va a llevar a dónde tú quieres.

Lo que tal vez no sabes (todavía) es que hay mucho que puedes hacer para avanzar, incluso cuando las circunstancias no te acompañan.

Y no tienes que ir muy lejos, ni buscar soluciones radicales. Tienes la capacidad de darle la vuelta a todo esto utilizando solo tus propios recursos.

¿Poder Interior Bruto?

Puede que estés preguntándote qué es eso y para qué sirve. Es probable que nunca hayas oído hablar de él antes, pero te aseguro que tú lo tienes y que es la clave para trazar tu propio camino.

El Poder Interior Bruto es el potencial que existe dentro de ti para crear cambios sostenibles en tu vida, tus relaciones, tu trabajo y tu entorno.

No siempre puedes cambiar las circunstancias que te rodean, pero sí hay algo que puedes manejar: tu respuesta ante lo que sucede.

Tú decides dónde pones tu foco, tu atención y tu energía. Y también puedes crear un estado emocional de tranquilidad, paz y armonía.

Cuando despiertas tu Poder Interior Bruto consigues…

• Más estabilidad emocional. Es decir, que los contratiempos y problemas no supongan un terremoto interior que te deja sin capacidad para reaccionar.
• Más seguridad para enfrentarte a los retos de la vida. Tener una autoestima saludable no es lo mismo que tener el ego subido, sino confiar en tu capacidad de afrontar y resolver distintas situaciones.
• Alegría, satisfacción y plenitud. En resumen, dejar de estar amargado por cualquier cosa y recuperar la sensación de que, aunque no todo sea perfecto siempre, tienes la vida que deseas.

Nunca pensé que llegaría a trabajar 13 años para grandes multinacionales en Estados Unidos y Reino Unido.

Tampoco imaginé que un día lo dejaría todo para volver a Burgos, mi tierra, y crear El Factor Humano, mi propio centro de desarrollo e innovación.

Ni que terminaría ayudando a cientos de personas a través de mis sesiones personales, mis talleres y mis cursos.

Sin embargo, aquí estoy, desafiando mis propios límites para ayudarte a ti también a romper tus barreras.

Aprendí que no tengo que saberlo todo, hacerlo todo perfecto o ser la mejor para encajar o sentirme bien conmigo misma. Descubrí que yo soy creadora de mi propia realidad, igual que tú lo eres de la tuya.

Atraviesa los obstáculos que te paralizan. Avanza hacia tus objetivos y deseos. Recupera la ilusión

Mi servicio de life coaching te ayuda a resolver los síntomas que te preocupan, atacando la raíz del problema. No creo en parches temporales o soluciones mágicas, sino en ayudarte a evolucionar como persona para que los cambios sean duraderos.

Todos mis procesos son personalizados para que sean lo más beneficiosos para ti. Sin embargo, siempre hay 3 elementos fundamentales con los que trabajo:

Activa tu capacidad para sentirte vivo y al mando

Ten en cuenta que los procesos de life coaching son siempre un servicio individual y por tanto mi agenda tiene una capacidad limitada. Si quieres que te ayude, haz clic ahora en el botón de arriba y solicita tu sesión de valoración.