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¿A qué me apunto?

¿A qué me apunto?

 

Septiembre,

comienza el cole para los estudiantes y para algunos de los no estudiantes el momento de preguntarse “¿a qué me apunto?”

Las razones de hacernos esta pregunta son muy variadas dependiendo, claro está, de la persona y de las circunstancias que rodean su vida.

Estás son algunas de ellas:

– Tengo toda la tarde libre y la tengo que llenar con algo.

– He decidido hacer algo para cuidarme más este año.

– Me tengo que apuntar a algo para salir fuera de casa y estar ocupado.

– Me apetece aprender algo nuevo este año.

En este artículo me gustaría reflexionar sobre por qué buscamos una actividad, cuál es nuestra intención al buscarla y, finalmente, dar algunas recomendaciones para elegir la actividad más adecuada dependiendo de la intención que tengamos.

Normalmente buscamos algo que hacer porque:

– tenemos tiempo libre que queremos ocupar,

– creemos que cuantas más cosas hagamos y más ocupados estemos nuestra vida será mejor,

– así no tengo que pensar en lo que realmente me importa y me asusta,

– nos sentimos obligados por alguien de nuestro entorno que opina qué es lo que debemos hacer,

– queremos cuidarnos,

– queremos alimentar nuestra inquietud de aprendizaje intelectual o manual,

– queremos disfrutar de nuestros hobbies,

– es la moda y todo el mundo se apunta a algo.

Dependiendo de la razón por la que queremos ocuparnos con una actividad, ésta nos será más o menos satisfactoria.

Así, si lo único que quiero es entretenerme para no tener que pensar, al final del día tendré la sensación de no haber resuelto nada, aunque eso sí, también tendré la excusa de no haber tenido tiempo para pensar y para dejarlo para mañana.

A los demás puede que les engañemos, pero a nosotros mismos… eso ya es más difícil!!

 

Por ello, antes de buscar un actividad lo mejor es preguntarnos:

¿qué fin quiero que cumpla la actividad en mi vida? ¿con qué intención la busco? ¿para qué?

 

Estas son algunas de mis recomendaciones a la hora de elegir actividades conscientemente y en función de la intención o la razón:

– Si la intención es hacer algo con tu tiempo libre

En este caso tendrás que preguntarte algo más ¿Qué otra motivación, además de ocupar mi tiempo, tengo a la hora de buscar una actividad?

– Si la intención es sentirte mejor contigo mismo

Elige actividades alineadas con lo que es importante para ti, donde te puedas sentir útil y donde te permitan contribuir con lo que mejor se te da y más te gusta hacer. Si no encuentras tal actividad, imagina que actividad sería, en que consistiría y de qué te encargarías tu. Comparte tu idea con las personas de tu entorno y en las redes sociales con el fin de formar un grupo de personas alineadas con esa actividad y adelante con ello.

También puedes buscar actividades enfocadas a conocerte mejor, a trabajar la relación que tienes contigo mismo, a explorar tus talentos y virtudes y gestionar las emociones. Muchas de las actividades, cursos y talleres de auto-conocimiento están dirigidos en esta línea.

– Si la intención es el auto-cuidado y la reducción de estrés a través del cuerpo o de la mente

Elige actividades y profesionales holísticos que lleven la atención no sólo a lo QUE se hace sino al CÓMO se hace. Cualquier ejercicio físico o mental puede ser beneficioso si está hecho desde el respeto y el amor hacia tu estado físico y mental actual, o contraproducente si les exigimos que hagan ejercicios para los que no están preparados.

 A la vez que trabajas tu cuerpo y tu mente con ejercicios o prácticas, asegúrate de trabajar al mismo tiempo tu relación con ambos para que el avance y las prácticas sean sostenibles.

Además, asegúrate de que sean de fácil acceso para ti y con horarios que te permitan llegar a las actividades con tiempo y que no te hagan llegar a casa más cansada de lo normal o añadan un estrés adicional por el hecho de añadir la actividad a tu calendario.

Por ejemplo, si elijes ir a una clase de yoga para reducir el estrés y resulta que para llegar a la clase a tiempo tienes que ir corriendo, quizás sea mejor que dediques ese tiempo a un paseo de media hora con la atención puesta en respirar profundamente.

– Si la intención es alimentar la inquietud de aprender

Elige actividades nuevas que estén alineadas con tus intereses, gustos o hobbies. Actividades que te hagan disfrutar no sólo por el hecho de acceder a un nuevo conocimiento, sino porque ese conocimiento despierta en ti motivación, ilusión y, si puede ser, hasta pasión.

– Si la intención es traer claridad a tu vida o crear un cambio

En este caso elige actividades destinadas a aquietar la mente, a conectar con el cuerpo y a despertar la sabiduría que llevamos dentro. Aquietar la mente nos ayudará a traer claridad a nuestros pensamientos, pero al mismo tiempo también hay que darle a nuestra mente una dirección en la que poner la atención. Para ello busca actividades de desarrollo personal cuyos objetivos coincidan con los tuyos.

 

Ahora ya sí, elige tu actividad conscientemente y disfrútala a tope!!