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El elemento fuego y la felicidad

El elemento fuego y la felicidad

¿Qué pueden tener en común el fuego y la felicidad?

Fuego y Felicidad

el fuego y la feclicidadLo cierto es que mucho más de lo que pensamos. Y es que la naturaleza y sus elementos tienen una forma muy particular de enseñarnos.

Hoy me gustaría compartir con vosotros algo que he leído recientemente en el libro “Lessons of a Lakota sobre lo que el fuego y la felicidad tienen en común, o mejor dicho, las enseñanzas que el elemento fuego nos regala sobre la felicidad.

 

Enseñanza 1.

El fuego se utiliza principalmente para cocinar y para calentarnos, pero realmente no es necesario para ninguna de ambas cosas. Los humanos no podemos vivir sin comer o en temperaturas de frío extremas, pero si podemos vivir sin fuego, aunque en ese caso tendríamos que comer todo crudo y abrigarnos con más capas para protegernos del frío.

Si bien es cierto que no necesitamos el fuego para vivir, también lo es que la vida sería mucho más tediosa e incómoda sin él. Con la felicidad pasa exactamente lo mismo: no necesitamos ser felices para vivir, pero la felicidad mejora todos los aspectos de nuestra vida y es la mejor manera de liderar el tipo de vida que deseamos.

Enseñanza 2.

Con el fin de que el fuego no se apague tenemos que ocuparnos de echarle leña cada cierto tiempo. Lo mismo ocurre con la felicidad, debemos ocuparnos de mantenerla viva. Pero entonces, ¿tenemos que ocuparnos de avivar la felicidad a cada momento? La respuesta es NO. Como el fuego, sólo echamos leña cuando se necesita, es decir, cuando las llamas del fuego comienzan a hacerse pequeñas.

Ahora bien, una fogata funciona mucho mejor cuando le echamos leña de forma constante, en vez de cuando esperamos a que se quede en ascuas, ya que entonces cuesta mucho más reavivarla. Y de nuevo, lo mismo ocurre con la felicidad; es más fácil mantenerla viva cuando trabajamos en ella de forma regular.

Enseñanza 3.

El fuego no puede ser apagado por agentes externos siempre que la persona que lo cuida trabaje duro para mantenerlo. Así, cuando llueve o hace viento puede protegerlo con un toldo o un biombo. De hecho, el fuego ha sido muy codiciado desde que fue descubierto, y en ciertas tribus se mantenía vivo durante años y era responsabilidad de la tribu mantenerlo vivo. ¿Qué nos dice esto sobre la felicidad? Pues que la felicidad no depende de los demás, de lo que estos hagan o digan, de que nos amen o no nos amen, sino que depende únicamente de cada uno de nosotros y de lo que hagamos para mantenerla.

Enseñanza 4.

El fuego, o existe o no existe. No puedes “casi” tener fuego, o hay llama o no. Así ocurre con la felicidad, o estás feliz o no lo estás. No puedes estar “casi” feliz.

 

Lo mismo que la luz tiene a la oscuridad, la felicidad también tiene a su opuesto: la tristeza, la desesperación, la pena.

Y al igual que la felicidad, también están bajo nuestro control y dependen de nosotros. Estos opuestos tienden a ser bastante viciosos y a engancharnos en sus garras hasta el punto de convertirse en nuestra forma de vida. De ahí que tengamos que estar al tanto de qué es lo que alimentamos y de qué mantenemos vivo en nuestro día a día.

 

Entonces, ¿cómo podemos proteger nuestro fuego, nuestra felicidad?

Estas son algunas sugerencias:

Haciendo regularmente cosas que te provoquen felicidad: descansar, bailar, cantar, pasar tiempo con amigos, leer un libro, dar un paseo por la ciudad, abrazar a tu pareja, estar en silencio,…

Practicando la gratitud y la apreciación: y para ello podemos mirar dentro de nosotros mismos y a nuestro alrededor y dar gracias por todo aquello que veamos, o apreciar una cualidad o un aprendizaje.

Amando quien eres, lo que haces, con quien compartes, el espacio en donde lo compartes,…

Recordando que la desesperación y la no aceptación de cómo somos, lo que nos pasa o lo que hacemos, nos atrapa en una espiral de pena que nos encamina hacia el lado opuesto de la felicidad y que está en nuestras manos mirar hacia otro lado.

 

Avivemos el fuego de la felicidad… aunque no estemos de vacaciones 😉