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Hablando de magia…

Hablando de magia…

Hablando de magia

Ayer me decía una chica: “Estoy alucinada. Un día que parecía que iba a ser agotador porque he dormido muy poco, ha cambiado de repente en un solo instante”. Así, como por arte de magia.

La palabra mágica que cambió su día fue gracias. Unas gracias que alguien le daba por lo que ella acababa de compartir en una reunión. Una simple palabra, que convirtió un día gris en otro donde había luz, tranquilidad y vida.

Lo mejor de todo: la magia está al alcance de todos en todo momento.

O por lo menos esta es mi experiencia en el día a día. Y no me refiero a “golpes de buena suerte”, sino a momentos en los que sin saber por qué algo en mi interior cambia y ¡CHAS!, lo que era un día o una situación gris se envuelve en color.

Hoy comparto algunos trucos para aquellos que queráis invitar a la magia a vuestras vidas.

Truco 1: Creer que la magia existe.

Hace ya más de 3 años, participando en un programa de liderazgo personal, recuerdo que, hablando de magia, un componente del grupo preguntó: “¿pero la magia existe?” y la respuesta de la líder del programa fue: “¡sólo si la pones tú!”.

En ese momento entendí que para que la magia exista en tu vida es indispensable que creas en ella. Y una vez que crees, que tus ojos se abran a verla cuando ocurre.

Claro que este truco lo puedes aplicar a cualquier otra cosa: si quieres que algo exista, primero tienes que creer que es posible. ¡Pues así ocurre con la magia!

Truco 2: Déjate sorprender.

Si esperas un resultado concreto y ocurre, es que no es magia. Puede que sea el resultado de una buena organización, una buena idea o una buena estrategia, pero no es magia. La magia no necesita preparación.

El truco aquí está en no apegarse a un resultado concreto. Muchas veces la magia está ocurriendo justo delante de nuestros ojos pero no la vemos porque no es como esperamos que sea. Abre los ojos a ver lo que hay en el momento presente, y déjate sorprender.

Truco 3: Pasión, entusiasmo, ilusión.

En los momentos mágicos de la vida hay vitalidad, vida. Y la pasión, el entusiasmo y la ilusión es la energía que interviene en el proceso de creación de estos momentos.

De ahí, que en cualquier situación tengamos la oportunidad de pararnos y preguntarnos: ¿hay vida, o vitalidad, en esta situación? , si la respuesta es no, ¿qué puede cambiar en tu interior para que esto cambie?

El truco está, no en dejar la magia a la suerte, sino en poner nuestra intención y atención en crearla. Pon ilusión, corazón, humor, pasión… lo que sea, con tal de crear la reacción mágica.

Cada instante un evento mágico

A nivel microscópico, a nivel macroscópico

En nuestro cuerpo, en el universo

Nuevas células, nuevas estrellas.

Vida, animación.

Hablando de magia…