No sé
No sé
¿Es posible que reconocer que no sabemos nos pueda dar más confianza y seguridad?
La respuesta es: ¡SI!
La semana pasada en una sesión de coaching un cliente celebraba conmigo que el haber reconocido ante si mismo y los demás que no hablaba bien inglés le había hecho sentir, por una parte aliviado, y por otra, más seguro de si mismo. Ahora ya no tiene que hacer como que sabe inglés en las reuniones y se centra en poner en uso las cosas que sí sabe, y en el uso del francés, que si que domina.
Pedir ayuda, reconocer que no sabemos o que no podemos, y decir que no, son cosas que a la mayoría de nosotros nos resultan bastante difíciles de hacer. La razón principal es que creemos que cualquiera de estas tres cosas nos hace vulnerables, necesitados, y por lo tanto, débiles. Y como lo de ser débil no está muy bien visto pues decidimos no pedir ayuda, o no reconocer que no sabemos, o decimos que si a todo.
Ahora bien,
esconder nuestra debilidad tiene una contraindicación muy grande: hace que aumente nuestra inseguridad.
Y es que, cuando decimos que sí que haremos algo, pero por dentro no nos sentimos capaces o dudamos de que podamos hacerlo, se produce una incoherencia entre lo que presentamos al exterior y lo que ocurre en nuestro interior.
Decimos que si para aparentar fortaleza o seguridad, o simplemente porque creemos que deberíamos saberlo, pero al mismo tiempo en nuestro interior dudamos y estamos inseguros. Esta incoherencia entre lo que queremos proyectar al exterior y lo que en realidad sentimos en el interior nos hace desconfiar de nosotros mismos, lo que inevitablemente nos lleva a sentir inseguridad. Y lo que es peor, ante esta incoherencia nos volvemos un fraude ante nuestros propios ojos.
La buena noticia es que traer fortaleza y seguridad a nuestras vidas es tan simple como ser coherentes entre lo que proyectamos al exterior y lo que sentimos en el interior.
Y una forma de traer coherencia a nuestras vidas, como en el caso de este cliente, es reconociendo nuestros límites, ¡reconociendo lo que no podemos hacer!
Reconocer nuestros límites además implica:
Crecimiento – La posibilidad de pedir ayuda para superarlos, aprender y expandir esos límites.
Sentimiento de utilidad – Reconocer y apreciar lo que SI sabemos hacer para así contribuir con ello donde quiera que estemos.
Coraje – En la medida en que tenemos que enfrentarnos a creencias como que el ser vulnerable, el no saber, o el necesitar ayuda, nos hace débiles y nos pone en desventaja ante los demás.
Todos ellos, ingredientes básicos para ganar en confianza y seguridad.
Todos tenemos una parte vulnerable y otra fuerte. Conocer y abrazar ambas traerá autenticidad, coherencia, confianza y seguridad a nuestro día a día.
Espero que vosotros también acabéis celebrando “lo que no sabéis”.