fbpx

Quiero aprender a pasar

Quiero aprender a pasar

 

Quiero aprender a pasar

El objetivo de aprender a pasar suele ser que aquellas situaciones, o comportamientos de personas que normalmente nos provocan rabia, irritación o frustración, no nos afecten de esta manera.

La propuesta que os hago hoy es que

en vez de aprender a pasar, ¡¡aprendamos a dejarlo pasar!!

Y ¿cuál es la diferencia entre pasar de algo o dejarlo pasar?

Pasar de algo implica que la situación o el comportamiento nos ha afectado emocionalmente. Es decir, que nos hemos involucrado, al menos mentalmente, y permitido que nuestro estado actual se haya visto afectado.

Y es que la situación o el comportamiento no nos puede afectar a menos que nosotros lo permitamos.

Algunas de las situaciones que afectan nuestro estado emocional son:

  • Cuando alguien no se comporta según nuestras expectativas o de acuerdo a lo que nosotros consideramos normal, justo, educado, etc.
  • Cuando uno de nuestros valores, o algo que es importante para nosotros, no está siendo valorado o respetado.

En ambos casos podemos ver que el hecho de que otra persona tenga otra forma de actuar u otros valores no tiene porqué afectarnos a menos que nosotros nos apeguemos a que tiene que ser de otra manera. Es este apego, y el querer que las cosas sean de otra manera, lo que nos involucra con la situación y hace que nos afecte. Y es en ese momento, cuando ya nos hemos posicionado y enjuiciado la situación o la actuación de otra persona, cuando resulta muy difícil pasar. Entre otras cosas, porque ya hemos entrado, y entonces, lo que nos queda por hacer, es salir.

Dejar pasar significa que no me involucro o que no entro en los juicios, la crítica o en tener razón.

Imaginad que os viene un juicio o una crítica sobre una situación, en este momento tenemos varias opciones:

  1. Engancharnos al pensamiento y comenzar una conversación con nosotros mismos sobre por qué está mal lo que está ocurriendo, cómo debería ser,…, y como consecuencia, permitir que esta conversación despierte rabia, frustración, incomprensión, etc.
  2. Dejar pasar el pensamiento, el juicio, de forma que no entramos en una conversación interna y elegimos otro lugar donde poner nuestra atención. De esta manera nos responsabilizamos del dialogo interno que hay en nuestra mente y nos aseguramos de que sea lo más beneficioso posible para nosotros.

Dejar pasar significa además aceptar. Aceptar lo que es por cómo es no significa resignarnos. La resignación, de hecho, indica que seguimos apegados a que la situación sea de otra manera, pero que como no encontramos la forma de cambiarla seguimos juzgándola y por lo tanto permitiendo que nos afecte.

Cuando aceptamos algo como es, nos desapegamos de nuestra idea de cómo tiene que ser, dejamos de resistirnos y desaparece el conflicto interno que estábamos generando con el juicio, la crítica y el posicionamiento rígido.

Dejar pasar no significa que no te importe, sino que te importa tu estado emocional lo suficiente como para responsabilizarte de tu dialogo interno y no dejar entrar o engancharte a aquello que no te beneficia.

La meditación o la práctica de observar nuestros pensamientos y no identificarnos o no engancharnos a ellos es la práctica de dejar pasar.

Tus pensamientos sólo tienen la importancia que tú decidas darles y si les dejas pasar no tendrán ningún efecto sobre ti.

Así que esta es mi propuesta: ¡práctica el dejar pasar y así no tendrás que aprender a pasar!

¡Feliz semana!